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Pintura rupestre del río Guayabero, Meta. Alain Gheerbrant La expedición Orinoco- Amazonas, De. Gallimard, Buenos Aires, 1952.

 

Ayyyy!... mi nombre lo han escrito los cascos de mi caballo
en las costas del Cusiana, llanos del Ariporo y Pauto
en el divino Vichada y llano adentro araucano
porque todo el llano enlazo con la intención de mi canto...
Yo conocí el Atabapo y navegué por el Guaviare en mi bongo curripaco.
Yo lo digo y lo sostengo que llano no hay sino uno
en la música del mundo la que manda es la del llano...
porque la música criolla... hace retoñar los pastos...!

Pajarillo. Luis Candelo. (1976)

La Orinoquia colombiana consta de cinco paisajes geomorfológicos que cubren 26 millones de hectáreas, lo que significa una cuarta parte de la superficie nacional: Piedemonte 2.5 %; Aluviones recientes 5.0 % Orinoquia mal drenada 20.1 %; Orinoquia bien drenada 53.2 %; Andén orinoquense 19.2 %. (Mejía, Mario 1986). El piedemonte y las planicies aluviales son lugares donde actualmente se desarrollan las actividades agropecuarias de ganadería de ceba y de agricultura tecnificada (palma africana, algodón, arroz, sorgo) debido al mayor nivel de fertilidad.

Los indígenas de la región de la Orinoquia Colombiana han basado su modo de subsistencia en el uso alternativo de los medios de sabana, selva y río, dependiendo de las estaciones lluviosas - invierno de abril a noviembre - y secas - verano de diciembre a marzo- . Los grupos indígenas de la Orinoquia han utilizado tradicionalmente los nichos ecológicos o biomas de manera alternativa. Estos grupos ligados estrechamente al medio natural mantienen una relación directa con los elementos que le proporcionan al hombre los medios de subsistencia, elementos que deben ser aprovechados en forma racional manteniendo el equilibrio que permita la supervivencia. El río, el monte, los animales, todo es una integridad que está interrelacionada.

"Estudiar la vida diaria de aquellas gentes que conservan técnicas, formas de explotación y de consumo casi perdidas y en donde se siguen extinguiendo comportamientos y relaciones de parentesco que añora la gran ciudad. Allí pueden observarse las ventajas de ciertas formas de trabajo, los efectos de la incorporación de modernas técnicas con sus herramientas, máquinas y maquinarias que todo lo van disolviendo entre la esperanza y la nostalgia de, como diría Antonio Machado, "Un algo que pasa y que nunca llega."

(Hermes Tovar, 1992 Pg. 22 - 23)

La cultura material del Llano, esto es, de la sociedad llanera está intimamente asociada a las formas productivas que dependen del hato tradicional y de la ganadería. La región Orinoquense ha sido por tradición una fuente de exportación de materias primas durante las distintas etapas de su historia: desde el Siglo XVI hasta nuestros días la región ha producido, entre muchos otros elementos, huevos y aceite de tortuga, animales vivos, pieles y plumas de animales, cueros, cebo (corambre), sal, fibras, curare, añil, cumare, caucho, pendare, balata, café, tabaco, ganado vacuno, caballar, bueyes, burros, cerdos, maíz, aguardiente, melaza, velas etc.

Más recientemente estupefacientes como la marihuana y la coca han ocupado los renglones de la actividad económica regional. La producción de oro en el Guainía, ha vinculado en los últimos años población migrante del interior del país, atraída por El Dorado del Siglo XXI, con toda seguridad que continuará atrayendo población.

La pregunta es, está preparada la región para continuar siendo receptora de población? Posee no solamente la infraestructura física y económica sino el sentido de región y de autoconciencia que les permita aceptar a los recien llegados y construír con ellos una nueva sociedad? Cuál es el papel de las instituciones de docencia de todo nivel y de investigación en esa construcción y reproducción social?.

El oro negro - el petróleo - es el recurso natural no renovable que más atrae recientemente al capital extranjero y que le permite al Llano actual - esto es a los Departamentos de Casanare, Arauca y Meta - recibir inmensas sumas por concepto de regalías petroleras. La producción de los elementos primeramente mencionados, - objetos e comercio internacional, regional y nacional - han dependido en gran parte de una economía y una tecnología indígenas: por medio del endeude y el trueque han sido las sociedades indígenas las principales productoras de éstos elementos. Si bien es cierto que los hatos y haciendas organizados a partir del Siglo XVI fueron los principales productores de ganado, de sus derivados y de productos comestibles, la mano de obra de éstas haciendas fué en los comienzos - y en su mayor parte - indígena. Grupos aborígenes como los Taparita, Otomaco, Sálibas y Achagua, relativamente "más dóciles" al proceso de dominación español, fueron los primeros vaqueros indios o llaneros que trabajaron como peones en los hatos, haciendas y misiones.

Antes de proceder a presentar una descripción de lo que hemos denominado "la cultura material en el Llano, los usos cotidianos, los hábitos y prácticas de alimentación" consideramos importante esbozar a continuación algunas reflexiones acerca de la historia regional - la "nueva historia social y económica del Llano" (según H. Tovar, 1992) - y acerca del estudio de las tradiciones y manifestaciones culturales de ésta región. La razón por la cual deseamos enfocar éstas manifestaciones desde una perspectiva histórica se debe a que toda cultura y toda sociedad posee" una historia" que es necesario estudiar y dilucidar.

Aunque existen diversos problemas metodológicos al abordar el estudio de la cultura popular, creemos importante insistir, en palabras del Profesor Jaime Jaramillo, en la necesidad de la investigación de la cultura básica nacional:

"Hoy podemos decir que hay una cultura popular tanto en el campo como en la ciudad...El país está en mora de emprender una investigación seria sobre su folklore y su cultura popular o su cultura básica, sea a escala regional o a escala nacional." (Jaramillo, J. 1989 Pg. 240 ss).

Si bien es cierto que la región Orinoquense u Orinoquia colombiana ha sido definida por algunos especialistas (i.e. E. Guhl, M.E. Romero y Claudia, 1989 Pg 39 - 47, entre otros) como aquella región comprendida por los ríos pertenecientes a la cuenca orinoquense, cuando tratamos de elaborar una historia regional las fronteras de las regiones no son suficientemente científicas. "La regionalización constituye una excesiva simplificación de la complejidad de nuestros espacios internos." (Tovar, H. 1992, Pg. 19). Es en los espacios internos de la región orinoquense donde existen y coexisten distintas formaciones económicas y sociales a las cuales no se les ha dado la suficiente importancia sociológica, histórica y antropológica.

La historia "global o general" de una región tiene tantas especificidades provenientes - entre otros factores - de las subregiones, de las historia de frontera -en el caso de los Llanos , de la caracterización de procesos económicos y sociales de cada una de ellas, que creemos que en este esfuerzo sólamente hemos llegado a dibujar un panorama general, insuficiente por supuesto desde la óptica de otras "historias regionales".

La definición de "región" proviene principalmente de una metodología para la planificación; por supuesto que éste ha sido un esfuerzo encomiable de geógrafos y planificadores. De ésta manera, el profesor H. Tovar explica cómo la definición de la historia regional tiene "implicaciones bastante serias y o complejas como para reducirla a un problema de ciencia política o a un mero capricho de las ciencias sociales." (Tovar, H. 1992 Pg. 16).

"La historia regional apunta al estudio de las especificidades de nuestra sociedad y de hecho conlleva problemas de método que nos acercan forzosamente a otras discplinas, de modo particular a la geografía." (H. Tovar, loc. cit.)

Y continúa el historiador: "región y regionalización como conceptos sólo pueden ser definidos en realidades concretas. Referidas siempre a historias locales, historias provinciales, historias nacionales". (Tovar, H. pg 18 - 19). Y en éste aspecto, las publicaciones históricas, antropológicas, etnológicas, geográficas sobre la región orinoquense, no han llegado a satisfacer la exigencia científica de adelantar un trabajo interdisciplinario que reflexione - a partir de historias locales - sobre la historia subregional - regional - y de las relaciones de ésta "nueva historia" con la historia nacional. En éste esfuerzo deben confluir la historia, geografía, ecología, antropología, etnología, economía, linguística, sociología y política, además de otras ciencias. (Tovar, H. op. cit. Pg. 20). Sólo recientemente se ha iniciado el estudio de la formación económica del Llano colombiano.
Por otra parte, es bien acertado que

"No hay ninguna definición, ningún método de reconocimiento que delimite o describa la región. Precisamente, como el mundo es único, como cada continente o país es único, así cada región es única y exige una aproximación única." (R. Minshull, en H. Tovar, 1992 Pg. 17).

Uno de los caminos puess, para las investigaciones futuras es el de analizar y examinar los espacios dentro de las regiones del Llano, conocer acerca de sus economías y sus gentes, lo que H. Tovar ha llamado que

"Todos queremos contribuir a resolver nuestra encrucijada, queremos hacer
inventarios de nuestros equipajes históricos, todos queremos saber si aferrándonos a historias locales, al conocimiento de nuestros marcos geográficos, antropológicos, arqueológicos y etnológicos propios de nuestro ser, podremos contribuir a salir del laberinto de violencia que nos abate y tener presencia en los escenarios mundiales." (Tovar, H. op. cit. Pg. 15)
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Haciendo pues ésta advertencia, y teniendo en cuenta las limitaciones de éste trabajo, pretendemos más bien contribuir a plantear hipótesis y preguntas de investigación que conduzcan a analizar el proceso de la formación económica del hato, a explicar su presencia - tanto en el tiempo como en el espacio -; a conocer las diversas tecnologías que el hombre - indígena, mestizo-llanero - ha elaborado en sus relaciones con el medio; a estudiar las características del conuco (indígena -llanero) así como las regiones de frontera con todas sus especificidades, para no citar sino algunos ejemplos. Es claro que las formas productivas del Llano colombiano y su historia tienen un común denominador cual es el hato tradicional llanero desarrollado especialmente por los jesuítas en el Siglo XVII; por ello es necesario tener en cuenta que la historia de lo que podríamos llamar las "subregiones" del Llano tiene variaciones y especificidades que desconocemos aún.

Existen distinciones dentro de las regiones del Llano, en - por ejemplo, en la idiosincrasia, en la autoconciencia étnica - y se presentan variaciones en las manifestaciones musicales (i.e. en el "estilo " del baile del joropo y del canto recio, en las formas y ritmos del joropo) - para no citar sino algunos ejemplos - en los territorios de los actuales Departamentos de Casanare, Arauca y Meta. En otras tradiciones culturales e históricas obviamente que sucede el mismo fenómenos que debe ser registrado por los investigadores sociales.